jueves, 17 de diciembre de 2009

Una casita de la clase media chilena

En esta casa vive un empresario Chileno:  ingeniero de profesión.  Cuándo se levanta por las mañanas le da comida a su perro, sale a caminar por su gran patio, coge la carretilla y traslada material para hacer crecer su empresa. Cuándo llega la hora de comer entra a su linda cocina y se prepara un buen plato de lentejas que digiere lentamente mirando el horizonte.  Esta casa tiene vista al mar. El baño está a las afueras, este es un empresario muy particular que se cuida, evidentemente, hasta del ecosistema.  Cuando nos invita a los amigos a cenar a su casa, me divierto infinitamente al calor de la salamandra.  A veces la falta de espacio hace que todo sea más intenso.  La mujer del empresario tiene una segunda residencia ya que valora la independencia de la pareja.  Para ir a ver a su mujer el empresario tiene que tomar un barquito que lo cruza hasta la ciudad más cercana, ahí espera el autobús (no tiene coche) para qué...cruza el rio, conversa con los pescadores, con el mismo micrero de siempre, que le saluda ya por su nombre - si el empresario no tiene dinerillo para pagar el ticket, es igual (aquí vale el hoy se fia y mañana también)  Yo he buscado una casita así por las Europas pero no la logro encontrar...Echo de menos la casita del empresario. Alcancé a estar tan poco ahí.  Estoy escribiendo este recuerdo del empresario y de la casita y me acuerdo mucho del día en que le conocí.  Esta casita tenía todo y mucho más.  

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